Fecha de publicación: 12/12/2005

COMO CONSTRUIR DESARROLLO, CON UNA FUNDAMENTACIÓN OBJETIVA RESPETANDO LA DIFERENCIA
Por: Iván Antonio Fortich Guerra
Especialista en Comunicación para el Desarrollo
Universidad de pamplona - Colombia

Al hablar de desarrollo y cómo adaptarlo a nuestro medio, surgen muchos conceptos y planteamientos desde su propia contextualización, pero nos conduce a un paradigma explicativo del desarrollo humano en escala, y es precisamente, la existencia de un espectro humano jerárquico, en el que hay seres superiores, dotados de ciertas facultades , aptos y calificados para dirigir, controlar, planear y determinar el desarrollo de los otros.

Una población o país son más desarrollados desde el punto de vista social, económico y cultural que otros dentro de la sociedad mundial en términos de logros, educación y cultura; los cuales crean o controlan las estructuras políticas existentes y ejercen una dominación organizada sobre los grupos inferiores a nivel local, nacional o internacional y asumen la responsabilidad por su desarrollo.

Pero este desarrollo no es del todo controlable, en nuestra sociedad colombiana estamos encontrando enfermedades sociales que escapan del control humano, las crisis económicas, sociales, morales y la pérdida de valores a la que nos vemos enfrentados hoy, la desviación de recursos del tesoro de una nación, son muestra de la incapacidad de las estructuras dominantes o “superiores”; ejemplo de ello, son nuestras sociedades, las masas de gentes son el objeto del desarrollo y la gran mayoría de ellas con “derechos que se limitan por las estructuras superiores y que son calificadas como pobres”. De ahí, se deriva la visualización del problema del Desarrollo, impulsado a vencer la pobreza, reduciendo las aspiraciones humanas y bienes económicos.

No puede haber desarrollo a menos que se restaure una mentalidad de orgullo de ser seres humanos que no son inferiores a ninguna otra persona, del papel de la calidad de vida, el mejoramiento y el desarrollo sostenible de una comunidad, la calidad es independientes de su condiciòn econòmica; se puede ser y tener y lograr aspiraciones reales aún bajo condiciones marginales. El individuo necesita respeto de sí mismo, creer en sí para dar lo mejor de él a su situación y al desarrollo.

Podemos decir, que el Desarrollo es endógeno, es un proceso orgànico a travès del cual crecen saludablemente las facultades creativas y la autogestión de un mejoramiento de la calidad de vida.

Actualmente, vivimos un período de transición trascendental en todos los niveles sociales del entorno humano, lo cual significa que hay cambios paradigmáticos no sólo necesarios sino imprescindibles para el desarrollo.

La calidad de vida dependerá de las posibilidades que tengan las personas de satisfacer adecuadamente sus necesidades humanas fundamentales, tradicionalmente la concepción de que éstas son infinitas, que están constantemente cambiando, que varian de una cultura a otra y que son diferentes en los procesos históricos de una civilización debido a conceptualizaciones entre lo que es necesidad y satisfacción.

El ser humano, es un ente de necesidades múltiples e interdependientes, por lo tanto las necesidades humanas deben entenderse como un sistema en que las mismas se interrelaccionan e interactúan; las cuales pueden desagregarse conforme a múltiples criterios, y las ciencias humanas ofrecen en este sentido una vasta y variada concepción; tal como la combinación de categorías existenciales y axiológicas, que permiten operar con una clasificaciòn que incluye las necesidades de ser, tener, hacer y estar; y por otra las necesidades de subsistencia, protecciòn, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad.

Teniendo en cuenta estas precisiones, las necesidades humanas fundamentales son finitas, pocas y clasificables, y por ende son las mismas en todas las culturas y en todos los períodos históricos, lo que cambia, a través del tiempo y de las culturas, es la manera o los medios utilizados para satisfacer dichas necesidades. De ahí, cada sistema económico, social, político, adopta diferentes estilos para satisfacción de las mismas necesidades humanas fundamentales, sea América, Asia, Europa, África, Oceanía o Australia, en cada uno de los sistemas de estos continentes, estas se satisfacen o no se satisfacen a través de la generación o no generación de diferentes tipos de satisfactores.

El desarrollo esta supeditado a una política orientada a las necesidades humanas, que trascienden hacia la racionalidad económica convencional porque compromete al ser humano en su totalidad, puesto que las relaciones que se establezcan a partir de estas políticas y las que pueden establecerse entre necesidades hacen posible construir una filosofía y una política de desarrollo auténticamente humanística.

Si ya sabemos, que los satisfactores son los que definen la modalidad dominante que una cultura o una sociedad imprimen a las necesidades, los satisfactores no son los bienes económicos disponibles sino que están referidos a todo aquello que, por representar formas de ser, tener, hacer y estar, contribuye a la realización de necesidades humanas; también pueden incluir, entre otras, formas de organizaciòn, estructuras políticas, practicas sociales, condiciones subjetivas, valores, normas espacios y contextos del entrono humano, las cuales crean una tensiòn permanente, entre consolidación y cambio.

La tarea es bastante grande, si queremos desarrollo, debemos empezar por crear una mentalidad de respeto, y existencia de la vida del ser humano, recobrar los valores principales y elementos morales y culturales, que se vienen aculturizando; provocado por la implantación de modelos externos a raíz de necesidades y satisfactores surgidos por necesidades creadas por emociones y deseos de nuestra existencia cambios en nuestra socialización, creencias, costumbres, normas, patrones de comportamiento, creando desigualdades y caos social. Pero podemos construir progreso, si todos conseguimos una manera unificada de pensar y de conocimiento en identificarnos, apropiarnos de las problemáticas sociales, siendo realmente seres activos, participativos de concertación y mediación, una relación de igualdad, donde el ser humano si siente que el conocimiento, que es esencial para nuestro desarrollo, lo tienen otros.

El desarrollo a escala humana debe ir orientado a restaurar nuevas fronteras de desarrollo como potenciar el uso de recursos no convencionales en la construcción de proyectos colectivos de vida encaminados al logro de la autodependencia y a la satisfacción de las necesidades, ese es la nueva concepción de mejoramiento y satisfacción de necesidades básicas para que el ser alcance su progreso social.

Así mismo, potenciar una política de participación ciudadana en todas las esferas sociales y políticas, en la construcción de una nueva hegemonía en el ámbito nacional y de la realidad de un proyecto de globalización, donde cada individuo o grupo pueda ser participe de los planes y proyectos de inversión de su comunidad, presentando propuestas para su superación y desarrollo.

La construcción de una economía humanística exige, entender y desentrañar la dialéctica entre necesidades, satisfactores y bienes económicos para pensar formas de organización económica, en que los bienes potencien satisfactores para vivir las necesidades de manera coherente, sana y plena.

@Publicaciòn para la Página Web y la revista Unipamplona

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