Turismo
Juanita: La Dama de Ampato - 19/11/2002
Arequipa, “la ciudad blanca” que emerge de los volcanes Misti, Chachani y Pichu Pichu, es una de las ciudades turísticas más visitadas en el Perú; no sólo por la belleza de los innumerables monumentos arquitectónicos de la época colonial que conserva, sino además, por su campiña, por los accidentes geográficos que han formado el Cañón del Colca y el de Cotahuasi, por sus restos de pintura rupestre, por los pueblos que mantienen sus costumbres intactas, por la exquisita comida, por sus playas y, por si todo esto fuera poco, por los legados de la fascinante Cultura Inca.
Los hallazgos sobre esta última cultura, no cesan y nos remontan a la época del Gran Imperio de los Incas. Así, la Universidad Católica de Santa María, a través del Proyecto "Santuarios de Altura del Sur Andino", viene investigando desde el año de 1979 a la actualidad, los volcanes tutelares de la ciudad, en los cuáles se han encontrando diversos elementos de ofrendas de la época incaica.
Como parte de este importante proyecto de investigación, el 2 de setiembre de 1995 se organizó una expedición al volcán Ampato para observar los efectos de la erupción del volcán Sabancaya y la posible detección de alguna evidencia arqueológica; logrando ubicar a la momia denominada "JUANITA, LA NIÑA DE LOS HIELOS", (La Dama del Ampato, La doncella de los Andes, etc.) en muy buen estado de conservación, a excepción de algunas partes de su cuerpo que estuvieron expuestas a la intemperie. Se calcula que esta momia tuvo al morir, entre los 12 y 14 años de edad.
Como se sabe, los habitantes del Tahuantinsuyo (Incas), adoraban a innumerables seres naturales, debido principalmente a que se daba por cierto de que los humanos se originaban en las montañas y otros accidentes geográficos. Su relación con la naturaleza era tal, que se vio reflejada en todas sus creencias mágico – religiosas. Por ejemplo, una de sus divinidades era el Illpa o Dios del Clima, a quien le rendían culto por los fenómenos meteorológicos.
La forma en la que los Incas rendían culto, era mediante sacrificios humanos y ofrendas de oro, cerámica, plata y adornos plumarios. En cuanto a los sacrificios humanos, normalmente las personas ofrendadas, eran preparadas desde muy tierna edad en el ACLLAHUASI, quedando al servicio del Sol y del Inca.
Entre los años de 1440 – 1450, el volcán Misti entró en erupción; a raíz de ello Inca Yupanqui hizo muchas rogativas a la Montaña para aplacar la ira del importante Apu (montaña), sin conseguirlo. De acuerdo a algunas evidencias encontradas, podemos indicar que el santuario del Misti y Pichu Pichu así como otros cercanos, fueron construidos como consecuencia de esta erupción volcánica que destruyó completamente Arequipa pre-hispánica.
Entre las rogativas que hizo Inca Yupanqui se encuentra la de “Juanita“, quien aproximadamente en 1466 fue objeto de un importante ritual desde su lugar de origen ya que grandes fiestas acompañaron su peregrinación por las diferentes estaciones que tuvo que pasar hasta llegar a la cumbre.
Ya en la cumbre, estuvo sujeta a un ayuno riguroso y el último día, antes de la ofrenda, tomó sus últimos alimentos compuestos enteramente de vegetales, 6 a 8 horas antes de morir; así mismo fue preparada con hierbas y coca para lograr una muerte dulce y placentera.
En la cumbre principal del cráter del Ampato (6,380 m.s.n.m.), los Incas construyeron una plataforma de 14 m2; donde el sumo sacerdote realizó las últimas ofrendas al APU Ampato y a través suyo enviar las solicitudes de su pueblo al Inti el Dios Sol.
"Juanita", la mensajera real y divina, es vestida con una impresionante lliclla (manto) de color rojo y blanco así como el aksu ensartado por dos tupus y una serie de ofrendas en miniatura, colgando de los mismos, sujetado éste aksu por medio de un chumpi o faja a la cintura y rematado en unas sogas y borlas terminado en flecos; cubrían sus suaves pies, los polqos elaborados en cuero con acabado en un fino bordado en lana; culmina este atuendo en un gran tocado de plumas de guacamayo traídos expresamente de la Selva para confeccionar el gran tocado.
De un certero golpe de macana (estrella de metal o piedra con 5 ó más puntas), aplicado en el parietal derecho, le producen una fisura y le ocasiona la fractura del arco superfiliar derecho; así mismo una de las puntas de la macana penetra en la orbita ocular cortando el nervio óptico y produciendo un derrame ocular, con fractura posterior del esfenoides. El traumatismo encéfalo craneal producido por el golpe, desplaza el cerebro hacia el lado opuesto como ocasionando la muerte a Juanita. Junto a ella fueron enterradas como ofrendas varias Illas de metal y Spondilus envueltos en finos textiles de alpaca y vicuña; algunas chuspas y bolsitas ceremoniales conteniendo coca, cerámica y otros elementos que le servirían para tan largo viaje.
Como acompañantes de Juanita, en la Montaña del Ampato, a 5,800 m.s.n.m. fueron sacrificados un niño y una niña de 8 y 12 años respectivamente con una serie de ofrendas en sus alrededores que comprendían estatuillas de oro, plata, spondilus, textiles muchos de los cuales se encontraban calcinados por los innumerables rayos que cayeron sobre ellos destruyendo en parte su integridad y belleza, así como la lenta e inexorable carbonización a la que estuvieron sujetos por la retracción de los hielos a causa de la erupción del volcán Sabancaya.
Todos los elementos arqueológicos encontrados a raíz de las investigaciones científicas llevadas a cabo, se encuentran en el museo: "Santuarios de Altura de la Universidad Católica de Santa María”. No cabe duda, que quien visite Arequipa “Patrimonio Cultural de la Humanidad”, deseará presenciar este importante museo que abrió sus puertas al mundo, para permitir a sus visitantes introducirse por unos instantes en la época incaica.
Giulianna Rodríguez
VIII Semestre – Programa Profesional de Comunicación Social Universidad Católica de Santa María - Arequipa
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