Sociedad
¡Venezuela no es Cuba! - 29/01/2003
¡Venezuela no es Cuba!
Amenazas, persecuciones, golpes, ataques, insultos, daños a los bienes y un largo etcétera; no están reservados únicamente a los prófugos de la justicia. En Venezuela, las agresiones se han convertido en incidentes con los que tienen que lidiar los periodistas cada vez que salen a hacer su trabajo.
En unos pocos años, el oficio del periodismo se ha convertido en una profesión de alto riesgo. Salir a la calle con un micrófono o con una grabadora es sinónimo de riesgo, de peligro de muerte.
El territorio venezolano, a lo largo y ancho, se ha convertido en un ring de boxeo en donde de un lado están los afectos a Chávez y del otro, los que le hacen oposición. En medio de la pelea, los insultos, las piedras y botellas, los gases y el plomo, los comunicadores se han visto obligados a pasar de ser los réferis a ser contrincantes de un grupo. O se ponían de un lado, o iban a salir golpeados por ambas partes.
El equipo con el que se decidieron aliar los medios, fue aquél que le brindó apoyo y seguridad, aquél que los defendía de los ataques del contrincante. Este equipo resultó ser el de la oposición, pero mucho antes de que se configurara esta alianza, el Presidente Chávez ya había lanzado sus primeras críticas y amenazas hacia algunos periodistas y medios de comunicación.
Organismos internacionales, como la OEA, la ONU, la CIDH y la SIP, han emitido comunicados para garantizar la protección de los periodistas y la libertad de expresión en Venezuela; pero a pesar de ello, el Presidente sigue con su discurso agresivo y amenazador. En su último discurso transmitido en cadena nacional desde Porto Alegre-en el marco del Foro Social Mundial- advirtió al mundo que “no se extrañe si en Venezuela dentro de poco comenzamos a cerrar canales de televisión".
¿Y qué vendrá después? La realidad de un país vecino, con una ideología heredada por Hugo Chávez, nos indica que vendrá el cierre de los periódicos y el de las estaciones de radio. Pone en preaviso de despido a todos los que trabajan en algún medio, y en este caso no importa si es el periodista más importante o la persona encargada de la limpieza de las instalaciones. La realidad cubana habla por sí sola, no hace falta intérpretes eminentes para saber que en esa isla no existe la pluralidad, no existe la libertad de prensa y por tanto no existe quien se encargue de controlar la corrupción, los delitos y los abusos del régimen.
La gran mayoría de los venezolanos no quiere ser protagonista de una historia similar a la cubana. En este país existe una gran cantidad de población joven que no está dispuesta a renunciar a sus ambiciones por culpa de un individuo que pretende llevar a cabo un sistema de corte castrocomunista.
Los comunicadores y futuros periodistas no queremos trabajar desde el exilio escribiendo notas acerca de nuestro país así como lo hacen los cubanos en la tribuna del diario on-line “La Nueva Cuba” (www.lanuevacuba.com).
Joyce Benzaquén
Sexto Semestre. Escuela de Comunicación Social, Facultad de Humanidades y Educación Universidad Católica Andrés Bello
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