Política-Economía
El sueño americano In the american way - 28/02/2003
El sueño americano In the american way
Por: Cristián Peters Q.
Universidad Diego Portales
Facultad de Ciencias de la Comunicación
Fono: 56-2-3560874
Correo:
Hay muchas cosas que un ser humano normal no puede lograr a entender, y lo más paradójico de todo es que únicamente los infrahumanos pueden aceptar, uno de esos espectaculares temas es la Guerra, defendida y atendida por quienes no logran ver la paz en el mundo o simplemente no la quieren si con eso no pueden ensanchar sus bolsillos.
El ataque inminente que Estados Unidos quiere lanzar sobre Irak es algo que no es posible aceptar fácilmente, cómo es que un país está dispuesto a irse contra todo el mundo por alcanzar un fin sin ninguna lógica, pues claro, EE.UU. tiene los misiles, las bombas, los barcos, los aviones, las ganas, las balas, la economía, pero aún ninguna razón, esto último no les importa, ellos se creen dueños del mundo y hacen su voluntad.
La única motivación es el temor, un temor que nunca el país más poderoso del mundo había sentido, la guerra en su propia casa. Cuando las víctimas ya no estaban lejos, sino que en sus propias calles ese 11 de septiembre fatídico, Estados Unidos tuvo temor, ya las muertes no estaban en el patio del vecino, ni en otro continente, todo estaba pasando en el centro de su casa. El olor a muerte no era en Vietnam ni en Hiroshima sino que en Nueva York y eso los atemorizó. Ya los inocentes que morían no eran hombres, mujeres y niños extranjeros, eran de su propio país, era sangre gringa la que se derramaba.
El haber vivido para presenciar la sangre en los ojos de sus compatriotas a George Bush lo complicó, el haber sentido en sus pulmones el humo, la sangre, la carne, lo marcó.
Se siente distinto cuando la guerra pasa en territorio propio, él nunca tuvo que ver a los sobrevivientes de Hiroshima ese 6 de agosto, no vio el macabro paisaje que el Enola Gay dejara a su paso. Cabe recordar que EE.UU. ha sido el único país que ha utilizado la bomba atómica y el mundo fue su testigo.
Estados Unidos es un país lleno de guerra, y no quiere parar. América Latina se vio afectada, es cosa de preguntar a algunos países como Colombia, Cuba, México, Nicaragua, Guatemala, Granada, Salvador, Puerto Rico y seguimos contando. Europa tampoco ha estado al margen de las intervenciones gringas, Yugoslavia puede contar al respecto, Asia sufrió miles de muertes, y ahora el medio oriente parece que ha ganado otra ronda de ataques. Estados Unidos es una país generoso y no escatima en gastos a la hora de disparar balas y misiles. Es sólo cosa de ver las estadísticas, durante el siglo XX casi no hubo guerra en la que Estados Unidos no hubiera participado, y todo lejos de su territorio, excepto en 1941, cuando Pearl Harbor fue bombardeada, pero no hay que alarmarse, Hollywood haría la película acerca del ataque para recuperar las pérdidas.
Hay que mantener el sueño americano, el estilo de vida yanqui, aunque haya que matar a la mitad de la población mundial para lograrlo, pero todo en aras de la libertad y de la democracia, una libertad y democracia que no todos quieren de esa forma, tan dolorosa, tan asesina.
El sueño americano es dominar el mundo con una sola superpotencia, y todo el mundo le sigue el juego, son pocos los países que se han atrevido a llevarle la contra, cosa que tiene sin cuidado al país del norte.
Sólo queda esperar la destrucción masiva del género humano mientras todos se preguntan, si gana Estados Unidos: ¿se acabarán las guerras? ¿cuántas armas de destrucción masiva tiene EE.UU.? ¿Cuántas armas biológicas? ¿Cuántas químicas? ¿Piensa utilizarlas?
Cristián Peters
Periodismo Facultad de Ciencias de la Comunicación e Información Universidad Diego Portales
|