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Unión al amparo de los Apus - 24/09/2002
Alguna vez, cuando pensamos en unirnos para siempre con una persona hasta el final de nuestros días, nos viene a la mente el matrimonio religioso y civil. Pero para la comunidad de Willka Wasi, existe otra opción.
Willka Wasi, voz quechua que significa casa sagrada, es una institución en la que se transmiten y practican los conocimientos heredados de nuestros ancestros Incas. Es dirigida por el Maestro Tawiro, quien en el Cuzco recibió las antiguas enseñanzas de sus abuelos.
Ahora, usted seguramente se estará preguntando en qué consiste un matrimonio Inca, dónde se realiza y cómo vestirse para la ocasión. En las siguientes líneas usted se adentrará en éste mundo, desconocido para los profanos.
Después de 500 años, en un lugar primigenio, inhóspito e imposible de acceder sin un guía, se celebró un matrimonio Inca.
La tierra desértica y los empolvados cactus hicieron la vez de capilla, mientras que los cerros que rodeaban la escena eran los guardianes. No bordeaban las cinco de la tarde cuando apareció la luna.
Los hermanos de Willka Wasi, junto a los invitados, habían armado diez fogatas, formando un círculo gigante en medio de ese desierto de montañas, con un fogón principal en el centro.
Los iniciados vestían largas túnicas que imitaban el color de la tierra árida en la que se desarrollaría la ceremonia. Además de cinchos coloridos en sus cinturas.
El camino que siguieron los novios había sido señalado por pétalos de flores de diferentes colores. La agraciada novia apareció. Estaba adornada con collares de distintas flores y la rodeaban cintas de once colores, al igual que al novio. Cada uno se colocó en un extremo del sendero florido.
La ceremonia se inició al escucharse tres sonidos de pututo. El novio empezó un difícil trajín hasta llegar al altar, debido a que las mujeres de la comunidad lo jalaban de distintas cintas en sentido contrario. Más tarde nos explicarían que al jalar al novio se alejan las circunstancias negativas de su vida pasada, los malos vicios. También se le daba una última oportunidad de arrepentirse. Así, el pretendiente también valorará el esfuerzo empleado en llegar al lado de su futura esposa.
Una vez reunidos todos, el novio junto a su futura esposa, sus padrinos y testigos, el Maestro Tawiro invocó a las fuerzas divinas y naturales para que se consolide esta pareja de manera beneficiosa para sus familiares y comunidad. Palabras en quechua que resonaron en los cerros más lejanos del valle. Les dio su bendición, esperando que vivan siempre dentro del camino de la felicidad. La chicha de jora bañó sus frentes.
En las manos de los novios se colocaron dos cántaros de arcilla llenos de granos, menestras, hortalizas y flores. Éstos lanzaron los recipientes contra una enorme roca que se encontraba frente a ellos. El significado de ésto es romper con el pasado, dejarlo en desuso. Si se rompían en varios pedazos traería un buen futuro a la pareja. Si no se rompía, la pareja tenía dudas y no había convicción en el matrimonio.
Una vez que ya estaban unidos espiritualmente, los miembros más antiguos de Willka Wasi regalaron a los novios collares de papas, camotes, naranjas y manzanas que cada uno había preparado. Esto traería a la pareja abundancia, tanto espiritual como material. La comida nunca les haría falta.
Después de que se dio oficialmente por terminada la ceremonia, se dio inicio a los juegos. Vendaron los ojos de la novia y se escondió al novio dentro de un grupo de hombres. Ella tenía que reconocer a su flamante consorte por sus formas y olores. Más tarde se hizo lo mismo con el novio.
Cuando hubo finalizado este juego se pasó a la comida. Los hermanos de la comunidad sacaron de sus mochilas potes de chicha, velas, adornos, flores, coca, frutas y comida. Todo fue ordenado encima de sus mantos, colocados sobre la tierra y dispuestos en torno al fuego central.
En agradecimiento por la asistencia, los novios pasaron por todos los sitios repartiendo fruta.
Más tarde se quemaron las mintas, suerte de tamalitos, que emanan olores que son ofrendados a los espíritus.
Un matrimonio no sería un matrimonio sin la celebración que trae consigo y una fiesta con los Incas no fue la excepción.
Al son de cánticos en quechua y dulces sonidos de zampoña se realizó un baile alrededor de la fogata principal.
Bajo el embrujo de la chicha de jora brindamos por los recién casados. ¡Salud!
Para explicarnos por qué una pareja se une mediante un matrimonio tan tradicional y a la vez desconocido, el profesor Jaime Bailón nos iluminó.
"A finales del s. XX se da un fenómeno que se llama la post modernidad. Señala una suerte de quiebre en las concepciones religiosas tradicionales, como por ejemplo los rituales de la Iglesia Católica. El quiebre de la concepción tradicional de la religiosidad da carta libre para el levantamiento de nuevas formas religiosas que últimamente están teniendo mucho peso que pueden ser un tanto extrañas para la concepción tradicional. Como por ejemplo el Budismo, la filosofía Zen, los Hare Krsna, etc.. Entonces, aparece un boom de este tipo de movimientos.
Hay una suerte de eclecticismo religioso. El hecho que seas católico no descarta que al igual también puedas vivir nuevas prácticas o nuevas experiencias religiosas; todas se confunden, se atraviesan, se mezclan.
Pienso que este movimiento que vuelve a las costumbre incaicas, mas que ser contestatario es parte de ésta concepción globalizada. La globalización ha traído como consecuencia el nacer de los nacionalismos. Todo el mundo pensaba que con la cultura global las culturas locales, nacionales iban a desaparecer. Pero se está dando lo inverso. La gente más bien está afirmándose, como nunca antes en la historia de la humanidad.
Yo diría que mas que una respuesta, esto es una característica de la cultura global. En la medida en que te propone un abanico mayor de posibilidades de culturas, de temas, de modas. El individuo tiene mayores posibilidades para escoger.
Creo que la emergencia de ésta culturas y prácticas son posibles por la globalización que te da una mayor oferta de temas, creencias y cultos".
Por otra parte, Mario Polia en su libro "La sangre del cóndor" señala:
"En la experiencia del vivir cotidiano, tras de la fachada imponente que muestran la ciencia y la técnica, la ignorancia e impotencia del hombre moderno se ahondan. En la sociedad postmoderna se muestran como cara interior de la llamada paradoja global. Cuanto más se amurallan científicos y técnicos en el ámbito estrecho de la objetividad y del método, tanto más buscan refugiarse las masas en el sueño y la magia"
Otro de nuestros objetivos era entrevistar al Maestro Tawiro, quien ofició la ceremonia. Queríamos conocer el auténtico significado de la Unión según la cosmovisión andina.
"El matrimonio Inca es un matrimonio real, verdadero. Los otros matrimonios son un negocio. En el matrimonio inca se une a dos almas gemelas en un solo propósito. Es un compromiso perpetuo: vivir en paz y armonía entre éstas 2 personas. Es necesario para que el hombre encuentre la verdadera unión entre las personas. Aquí no existe el divorcio".
Alvaro Sarmiento
Facultad de comunicación Universidad de Lima
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