Desde las aulas
Schuster - 04/04/2003
Schuster: "Guerra Unilateral y Repudiable"
El decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de
Buenos Aires, Federico Schuster, firmó la Resolución Ad Referendum sobre
la amenaza de bombardeo a Irak por parte de los Estados Unidos de
Norteamérica en donde "repudia enérgicamente los intentos de invasión
por parte de los Estados Unidos contra el pueblo de Irak y hacer suyo el
manifiesto de los "Artistas contra la Guerra" que se transcribe a
continuación:
"Ellos creían que nos habíamos cansado de protestas y que les habíamos
dejado libres para seguir en su alucinada carrera hacia la guerra. Se
equivocaron. Nosotros, los que hoy nos estamos manifestando aquí y en
todo el mundo, somos como aquella pequeña mosca que obstinadamente
vuelve una vez y otra a clavar su aguijón en las partes sensibles de la
bestia. Somos, en palabras populares, claras y rotundas para que mejor
se entiendan, la mosca cojonera del poder. Ellos quieren la guerra, pero
nosotros no les vamos a dejar en paz. A nuestro compromiso, ponderado en
las conciencias y proclamado en las calles, no le harán perder vigencia
y autoridad (también nosotros tenemos autoridad...) ni la primera bomba
ni la última que vengan a caer sobre Irak. No digan los señores y las
señoras del poder que nos manifestamos para salvar la vida y el régimen
de Sadamm Hussein. Mienten con todos los dientes que tienen en la boca.
Nos manifestamos, eso sí, por el derecho y por la justicia. Nos
manifestamos contra la ley de la selva que los Estados Unidos y sus
acólitos antiguos y modernos quieren imponer al mundo. Nos manifestamos
por la voluntad de paz de la gente honesta y en contra de los caprichos
belicistas de políticos a quienes les sobra en ambición lo que les va
faltando en inteligencia y sensibilidad. Nos manifestamos en contra del
concubinato de los Estados con los super-poderes económicos de todo tipo
que gobiernan el mundo. La tierra pertenece a los pueblos que la
habitan, no a aquellos que, con el pretexto de una representación
democrática descaradamente pervertida, al final les explotan, manipulan
y engañan. Nos manifestamos para salvar la democracia en peligro.
Hasta ahora la humanidad ha sido siempre educada para la guerra, nunca
para la paz. Constantemente nos aturden las orejas con la afirmación de
que si queremos la paz mañana no tendremos más remedio que hacer la
guerra hoy. No somos tan ingenuos para creer en una paz eterna y
universal, pero si los seres humanos hemos sido capaces de crear, a lo
largo de la historia, bellezas y maravillas que a todos nos dignifican y
engrandecen, entonces es tiempo de meter manos a la más maravillosa y
hermosa de todas las tareas: la incesante construcción de la paz. Pero
que esa paz sea la paz de la dignidad y del respeto humano, no la paz de
una sumisión y de una humillación que demasiadas veces vienen
disfrazadas bajo la mascarilla de una falsa amistad protectora. Ya es
hora de que las razones de la fuerza dejen de prevalecer sobre la fuerza
de la razón. Ya es hora de que el espíritu positivo de la humanidad que
somos se dedique, de una vez, a sanar las innumerables miserias del
mundo. Esa es su vocación y su promesa, no la de pactar con supuestos o
auténticos "ejes del mal"...
Amenamente estaban Bush, Blair y Aznar charlando sobre lo divino y sobre
lo deshumano, seguros y tranquilos en su papel de poderosos hechiceros,
expertos en trucos de trilero y conocedores en méritos de todas las
trampas de la propaganda engañosa y de la falsedad sistemática, cuando
en el despacho oval, donde se encontraban reunidos, irrumpió la terrible
noticia de que los Estados Unidos de América del Norte habían dejado de
ser la única gran potencia mundial. Antes de que Bush pudiera asestar el
primer puñetazo en la mesa, vuestro presidente José María Aznar se dio
prisa en declarar que esa nueva gran potencia no era España. `Te lo
juro, George`, dijo. `Mi Reino Unido tampoco`, añadió rápidamente Blair
para cortar la naciente suspicacia de Bush. `Si no eres tú y tu no eres,
¿quién es entonces?`, preguntó Bush. Fue Collin Powell, mal creyendo él
mismo en lo que estaba pronunciando su propia boca quien dijo: `La
opinión pública, señor presidente`.
Ya habéis comprendido que esta historieta es un simple invento mío. Os
pido por tanto que no le deis importancia. Pero sí la tiene que lo que
ya es una evidencia para todos, la más exaltadora y feliz evidencia de
estos conturbados tiempos: los hechiceros Bush, Blair y Aznar, sin
quererlo, sin proponérselo, nada más que por sus malas artes y peores
intenciones, han hecho surgir, espontáneo e incontenible, un gigantesco,
un inmenso movimiento de opinión pública. Un nuevo grito de `No
pasarán`, con las palabras `No a la guerra`, recorre el mundo. No hay
ninguna exageración en decir que la opinión pública mundial contra la
guerra se ha convertido en una potencia con la cual el poder tiene que
contar. Nos enfrentamos deliberadamente a los que quieren la guerra, les
decimos `NO`, y si aún así siguen empecinados en su demencial afán y
desencadenan una vez más los caballos del Apocalipsis, entonces les
avisamos desde aquí que esta manifestación no es la última, que
continuaremos las protestas durante todo el tiempo que dure la guerra, e
incluso más allá, porque a partir de hoy ya no se tratará simplemente de
decir `No a la guerra, se tratará de luchar todos los días y en todas
las instancias para que la paz sea una realidad, para que la paz deje de
ser manipulada como un elemento de chantaje emocional y sentimental con
que se pretenden justificar las guerras. Sin paz, sin una paz auténtica,
justa y respetuosa, no habrá derechos humanos. Y sin derechos humanos
-todos ellos, uno por uno- la democracia nunca será más que un sarcasmo,
una ofensa a la razón, una tomadura de pelo. Los que estamos aquí somos
una parte de la nueva gran potencia mundial. Asumimos nuestras
responsabilidades. Vamos a luchar con el corazón y el cerebro, con la
voluntad y la ilusión. Sabemos que los seres humanos somos capaces de lo
mejor y de lo peor. Ellos (no necesito ahora decir sus nombres) han
elegido lo peor. Nosotros hemos elegido lo mejor".
Además, el Decano decidió no asistir al congreso de la Latin American
Studies Asociation (LASA), que se realizará en Dallas (Estados Unidos)
entre los días 27 y 29 de marzo, debido a que "se me hace imposible
presentar trabajos sobre Ciencias Sociales en el país que ha iniciado
una guerra unilateral y absolutamente repudiable".
Si bien Schuster indicó que se trata de una decisión personal, invita a
quienes asistan a este encuentro y a quienes han decidido no hacerlo a
pronunciarse, por todos los medios a su alcance, en contra de la guerra
desatada contra Irak.
Algunos profesores de nuestra Facultad, que iban a asistir y decidieron
no participar del congreso, ya han hecho circular sus posiciones y
motivos a través de correos electrónicos. Susana Murillo, profesora de
Teoría Sociológica de la carrera de Sociología de la facultad de
Ciencias Sociales, comparte públicamente la misma posición que el
Decano.
"En mi carácter de miembro de la Directiva de ALAS (Asociación
Latinoamericana de Sociología), responsable de la preparación del
Congreso de esa entidad para fines de este año en Perú, adhiero a la
decisión del Sr. Decano y adjunto la carta elevada a esa Directiva por
un conjunto de investigadores en relación a la preparación del mismo.
Asimismo les solicito difundir la misma.
Ariel Gurmandi
Ciencias de la Comunicación
Universidad de Buenos Aires
Ariel Ernesto Gurmandi
Comunicación Social Universidad de Buenos Aires
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