Política-Economía
¿Sansón fue terrorista? - 05/05/2003
¿Sansón fue terrorista?
Los atentados del 11 de septiembre han revivido el debate sobre las diferencias entre terrorismo y guerrilla
Pedro Pablo Peñaloza
¿Existe alguna diferencia entre el terrorismo y la guerrilla? La respuesta a esta pregunta no es ya tan sencilla, puesto que los sucesos del 11 de septiembre han hecho que un simple diccionario no sea suficiente para encontrar los elementos que unen o separan a un concepto del otro.
Y es que ha llegado el momento de las definiciones. Recientemente, los ministros de justicia de la Unión Europea se reunieron en Bruselas para, entre otras cosas, crear una nueva noción sobre lo que es el terrorismo, medida enmarcada dentro de los esfuerzos que contra ese flagelo está dirigiendo Washington.
De acuerdo a los 15, el terrorismo es: los actos cometidos con el objetivo de intimidar seriamente a la población; obligar al gobierno u organización internacional a realizar o a dejar de realizar alguna acción; o “desestabilizar gravemente o destruir estructuras políticas, constitucionales, económicas o sociales fundamentales de un país o una organización internacional”.
No obstante, a pesar de este aporte de los miembros de la UE y de las líneas trazadas desde la Casa Blanca, el debate sigue allí, abierto, y condimentado por toda una variedad de creencias, ideologías y posturas, que varían según el bando en el que se ubique cada cual.
Peligroso híbrido
Angel Rivero Rodríguez, director del Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Autónoma de Madrid, consultado por TalCual, señala que en la actualidad se presentan grupos que se deslizan entre el terrorismo y las acciones guerrilleras.
Especialista en teoría política, de la democracia y en las ideologías políticas, Rivero cita los casos de Chechenia y Colombia para explicar que existen organizaciones que “han utilizado el terrorismo como arma para alcanzar sus fines, aunque simultáneamente, en el campo de batalla, sean una guerrilla en sentido convencional”.
“Unos y otros, chechenos y colombianos, tendrían en común el tratarse de guerrillas tradicionales - que siempre han sido nacionalistas o revolucionarias – que, sin embargo, han integrado el terrorismo en su actuar armado”.
Así mismo, el analista echa mano de un glosario y afirma que la diferencia entre uno y otro concepto es “meridiana”, pues mientras la guerrilla “es un tipo de guerra no convencional, ejecutada por grupos armados”, el terrorismo “persigue una estrategia diferente: la consecución de fines políticos por medio de la extensión del terror entre la población; aquí ya no hay tropas en combate sino asesinatos selectivos”.
Con respecto a la causa que ha originado esta especie de híbridos, que combinan estrategias terroristas y guerrilleras, Rivero cree que esto, quizás, “marca el paso a una etapa pos-guerra fría, donde los grupos armados muestran un perfil ideológico más bajo y una mayor conexión con el crimen organizado, el tráfico de drogas y el mercado negro de las armas”.
Ricos y pobres
Por otra parte, el especialista en Política de la Universidad del País Vasco, Carmelo Moreno, dijo a TalCual que “la diferencia básica entre guerrilla y terrorismo es la misma diferencia entre ‘países desarrollados’ y ‘países no desarrollados’”.
“La tesis ha sido, hasta ahora, la siguiente: en aquellos países estigmatizados como ‘tercermundistas’, ‘bananeros’, los conflictos políticos según el observador de un país “primermundista’, ‘serio’ eran vistos como conflictos entre un gobierno ‘dudoso’ y los llamados ‘guerrilleros’ que luchan por liberarse de no se sabe qué cosas”.
El catedrático considera que esa visión quedó sepultada entre los escombros de las Torres Gemelas de Nueva York, porque era simplemente “una actitud de benevolencia de los países ricos hacia los grupos armados (de otros países, claro está) basándose en la idea de diferenciar países civilizados y bárbaros”.
Moreno sostiene que ahora, luego de que todos los países se dieron cuenta de que “la barbarie también les puede afectar dentro, los guerrilleros de antaño se han vuelto todos, de repente, terroristas”.
“Para mí – asegura Moreno – los guerrilleros y los terroristas son la misma cosa… al día de hoy, ya no existen guerrilleros, salvo que algún analista quiera ver diferencias entre los países del mundo afectados por problemas de terrorismo”.
Terrorismo bíblico
Sin embargo, no todos creen que la guerrilla pasó a la historia en la mañana del martes 11 de septiembre. Hernán Ramírez, miembro de la Comisión Internacional y responsable del trabajo político – diplomático en Venezuela de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- rescata las acciones que su organización emprende en el vecino país como una lucha por la justicia social, la dignidad y la soberanía.
Ramírez, a pesar de ser integrante de una agrupación marxista, no busca una enciclopedia para hallar las diferencias entre guerrilla y terrorismo, pero sí una Biblia. “Cuando existía el esclavismo, y de esto habla la Biblia, un pueblo humillado se suicidó acabando de un tajo también con sus opresores, léase la alegoría de Sansón”.
“¿Usted se atrevería a llamar terrorista a este pueblo o a este hombre por haber derribado las columnas del templo? Le garantizo que ningún cristiano lo haría, es más, esta hazaña despierta la admiración de todo el que la lee”.
El representante de las FARC reivindica el “legítimo derecho de rebelión contra el Estado”, y recuerda que este último también, en ciertos casos, ejecuta actos terroristas, como “el genocidio del movimiento político Unión Patriótica” en Colombia.
De igual forma, Ramírez advierte que el terrorismo hay que definirlo en concreto “para no caer en la propaganda de guerra y emplear estas categorías como caballito de batalla para decir “quién no esté conmigo está contra mí”; o como una consigna que sirva para ganar opinión, aunque la causa que se defienda sea injusta”.
“La rebelión justa puede conducir a una insurrección y en ella, como en cualquier confrontación armada, existen diversos medios y métodos a los que acuden los combatientes para lograr el fin que se han propuesto: imponer su voluntad al contrario”.
Igualmente, Ramírez avizora que, si los acontecimientos siguen el curso que llevan, “no pasará mucho tiempo para que también empiecen a llamar a los venezolanos terroristas o Talibán, porque algunos creen que hay que estar a la moda Made in USA”.
Pedro Pablo Peñaloza Ochoa
Estudiante de 5º año de la Escuela Comunicación Social, Facultad de Humanidades y Educación, de la Universidad Católica Andrés Bello. Email: aydoli@cantv.net
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