Edición Noviembre 2003

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Venezuela

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Política-Economía
Hoja de Ruta vs. acuerdo de Oslo II (Continuación) - 28/07/2003


Siempre resulta más fácil ver lo malo que lo bueno, pero por su puesto que también han ocurrido hechos positivos como por ejemplo la retirada de las tropas israelíes de Gaza y Belén. La detención de los milicianos palestinos que atentaron contra un asentamiento judío. Con respecto a los asentamientos, se han desmantelado aproximadamente 15 en el proceso de forjar la confianza mutua. Ariel Sharon, primer ministro israelí, ha aceptado liberar a algunos prisioneros palestinos y su homólogo palestino, Abu Mazer, prometió al gobierno de Israel que capturaría a todos aquellos que violaran la tregua.

Viendo las cosas así, no parecen estar por mal camino, sin embargo, Daher Mansour-presidente de la Federación Palestina de Venezuela- no opina lo mismo y expresa su rechazo a la “Hoja de Ruta”. Según el, “el plan de paz creado por el Cuarteto para el Medio Oriente es una cortina de humo del gobierno israelí”.

Por otro lado, Silvan Shalom-ministro de asuntos exteriores de Israel- afirma que “el pueblo israelí está deseoso de alcanzar una paz genuina y duradera con sus vecinos palestinos”.

Pero por encima de las buenas intenciones que puedan o no tener ambas partes, están los fallos de este nuevo proceso de paz, sobre los cuales coinciden algunos analistas.
Rashid Khalidi, palestino, profesor de Historia de Oriente Medio y director del Center for Internacional Studies en la Universidad de Chicago, y asesor de la delegación palestina en la conferencia de Madrid (1991), afirma que “los creadores de la Hoja de Ruta han incluido varias características que casi garantizan su fracaso. Una de ellas es la ausencia de un calendario prefijado”, sigue diciendo que “la Hoja de Ruta desaprovecha una oportunidad para poner fin a este conflicto al cometer el fallo de no centrarse en la ocupación israelí de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental, ni en los asentamientos que apuntalan esa ocupación. En su lugar, se concentra en la violencia palestina y en cómo combatirla”.

Bigio respalda esta idea diciendo que el problema con este plan es que no aborda los temas más espinosos que paralizaron previos acuerdos: fronteras y refugiados. Es precisamente por eso que Shlomo Ben-Amí, ex ministro de relaciones exteriores del gobierno de Barak, cree que Sharon solo podrá entrar en la primera etapa del plan de paz, ya que esta no exige decisiones radicales.

El gobierno de Bush se ve muy interesado en que la Hoja de Ruta avance. Bush está en su oportunidad, tiene buenos aliados y una buena manera de reconciliarse con el mundo árabe es lograr la paz y desactivar la bomba de tiempo que significa el conflicto árabe-israelí. Los Estados Unidos también necesitan esta paz, tanto como los palestinos o los israelíes, específicamente el gobierno de Bush, porque de lograrla tendría enormes posibilidades de ser reelegido.
Los norteamericanos pueden estar muy interesados, pero lo cierto es que estamos cansados; unos más que otros. Mientras que Mansour opina que “la lucha armada debe continuar, y no solo eso sino que además esa lucha es legítima y es injusto identificarla como terrorista”, continúa diciendo que “esa es la única manera de llevar a Israel a la Mesa de Negociaciones y esa lucha debe dirigirse a todos los invasores”. Elías Farache, presidente de la Federación Sionista Venezolana, expresa que “la población israelí está sumamente cansada, sabe que tiene una guerra demográfica que eventualmente va a perder, pero se acabó la paciencia. El mundo también está cansado de mediar, de ofrecer una y otra alternativa y que estas sean rechazadas”.

Joyce Benzaquén
Sexto Semestre. Escuela de Comunicación Social, Facultad de Humanidades y Educación Universidad Católica Andrés Bello