Sociedad
Comisión de la Verdad y Reconciliación: Muestra fotográfica - 02/09/2003
Comisión de la Verdad y Reconciliación: Muestra fotográfica
Es muy lamentable, pero a la vez significante, poder regresar al pasado a aquellas tres décadas que dejaron huellas. Regreso a un pasado colmado de injusticia y terror en el cual nací, pero no percibí, no lo sentí, no lo sufrí. La década del 80 marcó muchas vidas, pero sobre todo marcó toda una nación y dejó consigo grandes y profundas heridas.
Esta exposición fotográfica muestra claramente el dolor de un país a través de estas fotos. Podemos oír, aunque parezca raro decirlo, el sufrimiento de aquellas personas víctimas del terrorismo y de aquellos campesinos que lucharon por su sobrevivencia. En aquella sala 26 de la exposición, es posible escuchar algunos de los miles de testimonios gritos de terror, de tristeza, de desesoeración, y además gritos de lucha por sobrevivir, gritos de una lucha por la paz, por una lucha de ser escuchados, gritos de igualdad. La Comisión de la Verdad y Reconciliación es por fin la oportunidad de volver al pasado y buscar una verdad. Es por fin tener la libertad de ser escuchados y optar por que el Perú reconstruya los valores y se haga de una vez por todas, JUSTICIA.
Terror y curiosidad fueron las primeras reacciones que pude sentir al empezar el recorrido. Más que todo, fue mucha curiosidad por saber qué había pasado en los años de mi niñez, años que no percibí como trágicos para mi familia y el país. La exposición empieza primero con los antecedentes y se restituye a los años 1970, 1975. Las primeras salas (27 en general) muestran escenas de la situación política y social dadas durante la época del reformismo militar. Luego se aproximan al gobierno de Belaúnde y Alan García por supuesto. Estas fotos provocaron en mí, cierta amargura, debido a que en la época del militarismo, no se le dió la importancia adecuada a los inicios del terrorismo. Se pensó que solo ocurría este hecho en las provincias y se pensó también, que se calamría ahí. A partir del inicio de las llamadas guerrillas, la atención por este hecho se hizo más notorio, pero ya había engrandecido el monstruo.
Poco a poco fueron desapareciendo personas que trabajaron para el gobierno. Es muy notorio, en la sala 4, muertes muchos militares y ministros al inicio de la violencia. Sinceramente me sentí identificada porque mi padre se desempeñó como miembro policial durante la época del terrorismo. El, como todos, era el blanco perfecto vistiendo el uniforme. Mi madre, recién casada, vivió momentos de aflicción y llena de fé solo esperando a mi padre esa noche y si regresaría a la casa con vida. Me contó ella que la consigna de Sendero Luminoso, era como mínimo, asesinar a un policía diariamente, mientras este cubría su servicio de protección a la ciudadanía. Policías fueron injustamente asesinados con familias que dependíasn de ellos y de su trabajo.
Sentí mucha pena, pensé en mi madre y que ella representaba en ese momento en ese momento a todas las mujeres, niños, hombres, militares y civiles, inocentes que a diario tuvieron que vivir con el horror y la angustia.
También pude visitar la sala 22, donde por primera vez, conocí a María Elena Moyano y su lucha por la paz. Sentí orgullo y respeto por aquella mujer mostrada en aquellas fotos. Pude también, escuchar su voz y su discurso seguramente en alguno de sus mítines. Ahora me doy cuenta que existieron, en esos años, mujeres valientes que quisieron cambiar el rumbo del Perú y hacer una diferencia por una sola recompensa: justicia.
Los huérfanos en la sala 17 causaron conmoción en mí. Yo tengo una hermana de 5 años y al ver sus pequeños rostros, sentí como si hubiesen sido mis hermanos. ¿Qué culpa tuvieron ellos? Esa fue la pregunta que me hice varias veces. Otra foto que me impactó fue la foto de Abimael Guzmán detrás de las rejas. Noté en sus rostro maldad, cólera, siniestro, amargura y asímismo, desesperación. Me cuestioné: ¿Qué pasaba en su mente cuando tomaba la decisión de realizar un plan de horror llámese asesinato o destrucción?o ¿Qué pensamientos tenía al saber que había matado a cientos de personas? En mi opinión, nada de esto le importó y pensó que era el camino correcto a este drama vivido.
Para terminar, deseo expresar que la recopilación de estas fotografías son de mucha importancia para el esclarecimiento de la verdad. Hoy es un día de libertad, pues la Comisión de la Verdad y Reconciliación, está entregando al gobierno, el informe final de sus estudios, entrevistas, investigaciones, y arduas horas de trabajo. Como muchos jóvenes, para mí también, ha llegado el tiempo de la reconstrucción, tiempo de recuperar valores y la esperanza de un Perú mejor. El remontarse al pasdo en busca de lo que sucedió en nuestros naciminetos y crecimientos es conocer toda la verdad sobre el terrorismo en el Perú y vivir atentos para que esto no vuelva a ocurrir, tener presente que el terrorismo nunca desaparece, solo duerme y en cualquier momento puede despertar.
Claudia Chávez Cruz
Facultad de Comunicación
Universidad de Lima
Perú
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