Arte Visual
Historia de Guerreros - 13/01/2004
HISTORIA DE GUERREROS
María Dolores Morín Lara
Escuela de Ciencias de la Comunicación
Universidad Autónoma de San Luis Potosí
San Luis Potosí, S.L.P. México.
Estudiante de 7º. Semestre
(01) 485 85 3 02 47
El cine puede ser una historia de rufianes, de búsquedas, de ira, de muerte, en síntesis puede ser una historia de vida.
Devela como la vida transcurre en intercambios, en los que está en juego lo que la gente es, cómo a través del silencio las mujeres pueden emprender una protesta contra ese mundo que oprime la lucha interna entre el placer y el amor.
Muestra y explica la contradicción en la que las mujeres se encuentran cuando tienen la posibilidad de huir y no lo hacen porque tendrían que abandonar al mundo interno que las ata, que le da sentido a su vida.
El cine hunde al espectador en su propia soledad, funciona como un espejo interior que deja escapar imágenes con las que se ve a sí mismo y a la vez ve a los demás. A través de planos abiertos y cerrados, por medio de un guión bien armado, con una iluminación y musicalización de acuerdo al mundo del filme, se expresa lo monumental de la vida la reducción que ha hecho de sí misma la humanidad.
El cine proporciona pistas acerca de los puntos rojos de la vida cotidiana. ¿Qué puede tener de especial un zar de la prensa que tenga una cadena de 40 periódicos y que sea considerado el padre del periodismo sensacionalista, como lo fue William Randolph Hearst? Y más aún, ¿qué puede llamar la atención hoy de aquella película de Orson Welles creada en 1941, cuando los avances de las telecomunicaciones le han dado un giro a los medios de comunicación en cuestión de rapidez y de calidad técnica?
¿Por qué una película como el Ciudadano Kane pudo causar tanto enojo y en consecuencia la salida de Wells de Hollywood, en el periodista Hearst?, ¿cuál fue el aspecto que el guión detonó en el filme?, ¿por qué una palabra como Rosebud(1) , a partir de la cual se teje toda la narrativa de la película, puede ser tan significativa?, si se trata de la vida íntima de un personaje público como Hearst, si se trata de exhibir sus debilidades, entonces se encuentra la respuesta a las preguntas anteriores.
Quien puede refutar que en Bill Gates o en George Bush, hijo, hay un Charles Foster Kane, quien puede explicar porque la prensa norteamericana encabezó la persecución de los árabes tras los atentados del 11 de septiembre. ¿Qué pasaría si ese Bill Gates, dueño de los sistemas informáticos se consolida en los medios de comunicación y con ello inicie una nueva etapa de los medios, así como sucedió con la prensa sensacionalista creada por Hearst?
El cine ayuda a ver cómo de pronto el ser humano se vuelve incapaz de relacionarse con el mundo exterior y se encierra en su dolor, en su impotencia; se distancia de lo externo y, paradójicamente se aleja también de sí mismo, como en el caso de la película El Turista Accidental. Sin embargo, el reto del guionista y de quienes participan en el filme consiste en no quedarse en lo que le acontece a un hombre o a una mujer, su reto es encontrar esos modos de vida que nos van uniendo como humanidad sin esperanza, que rechaza la diferencia, que le teme al desorden y que prefiere pasar desapercibida por sí misma, algo parecido a lo que es el “american way of life” .
Es precisamente en el “american way of life”(2), expresión del poder hegemónico sintetizado en los Estados Unidos, donde surgen las paradojas de la sociedad mundial, sobre todo del siglo XX y XXI. En películas como Zoot suit(3) se manifiesta la contradicción que viven los gringos y quienes van en busca de ese estilo de vida: los pachucos(4) , los migrantes y los árabes, cada uno en momentos concretos, se lanzan a este país con el sueño de alcanzar el sueño americano y los americanos los ven, precisamente, como una amenaza a su forma de vida.(5)
Aún cuando han pasado más de cincuenta años sigue vigente, en los habitantes de la frontera entre México y Estados Unidos y entre los americanos, la negación de las raíces y la discriminación del diferente, sólo se han renovado a través de comunidades como la de los cholos: “Cualquier antro de mala muerte en Ciudad Juárez tiene el letrero a la puerta, en mayúsculas para no dejar lugar a dudas: “NO CHOLOS”. El cholo es cholo en su barrio, con su banda, con su gente, porque incluso en las maquiladoras, donde muchos de ellos trabajan, los cholos tienen que negar su identidad” (La Jornada Semanal no.223, 2002: 6).
La situación del pachuco no es muy diferente a la del migrante del 2003, como tampoco Estados Unidos es muy distinto a cómo lo fue durante la Guerra de Vietnam. En aquel entonces el pachuco veía en la guerra el pase para integrarse y ser aceptado por la sociedad americana; en la actualidad, ya sea en las invasiones a Afganistán o Irak miles de migrantes tienen que pagar su ciudadanía estadounidense inscribiéndose a las fuerzas armadas de ese país.(6)
El fluido es el estado natural del cine. El camino hacia la interpretación y recreación de otras formas de vida debe estar latente en un film, de alguna manera se trata de sintetizar aquella alegoría(7) de la película Zoot suit: En el momento en el que la oscuridad es más absoluta es que va a amanecer. La oscuridad cae cuando el hijo de migrantes mexicanos nace en Estados Unidos Unidos y se enfrenta a la necesidad de ser, de integrar esas dos culturas y en consecuencia, como castigo, es objeto de represión, de persecución; o cuando se convierte a la muerte en pretexto para desatar la ira entre dos culturas como la albanesa y la macedonia; o para qué irse tan lejos, la oscuridad está presente cuando la mujer conoce a profundidad el silencio porque es el único estado a través del cual puede desestabilizar el orden patriarcal que la oprime; o cuando se trata de mutilar la mirada tras una burka o tras un rebozo, tras la oscuridad de la casa o de la selva.
Sin embargo, tiene que amanecer y es cuando se convierte a la forma de vestirse como un grito en el que se expresa la necesidad de reconocimiento, porque sólo así se puede ser y hacer; es cuando se comprende a la muerte y se está dispuesta a encontrarla para expresar el amor, porque la humanidad sólo entiende ese lenguaje; o cuando la mujer se libera de su propio silencio sin necesidad de palabra puesto que tiene el cuerpo y se expresa a través del placer, del encuentro entre hombre y mujer; o cuando se esconde la mirada pero se libera a la palabra ante una grabadora o ante el pleno en el Congreso como lo pudo hacer la Comandante Esther.(8)
Cuando el día logra irrumpir el ser humano se da cuenta que la muerte ha llegado, como en el caso de Ann ante el entierro de Alex en Antes de la lluvia; como lo fue para Henry, que después del asesinato en la laguna se enfrentó al juicio de la prensa y del poder judicial en E.U.A.; o cuando Ada, en El Piano, recibe el castigo de la sociedad patriarcal en manos de su marido quien le cortó un dedo. Lo más doloroso es que ese amanecer se puede encontrar con un eclipse que conduzca a la muerte definitiva de las mujeres que una cultura, como la árabe, alarga día a día; o definitivamente el amanecer puede servir para develar la sordera ante la memoria, ante la lucha por la identidad, como sucedió durante y después de la entrada de los 24 comandantes zapatistas en el Congreso de la Unión.
El cine hace evidente una relación de la que nadie puede escapar: el ser humano frente a la muerte y lo más importante es que retoma los conflictos que se suceden a partir de esta confrontación y logra expresiones como la de Louis en La escalera de Jacob: si le temes a la muerte y te aferras a la vida, ves demonios que te la destrozan, si la aceptas, los demonios se convierten en ángeles.
Quines hacen cine y quienes ven cine, tienen algo en común. Pueden percibir claramente la radicalidad que rige al mundo, lo que importa es hacerlos evidentes, muchas de las veces tomando elementos del documental, como podría ser el caso de la película Kandahar.
El cine es como una ventana a través de la cual el espectador se asoma la realidad vista y filmada. En el mundo del cine existe la necesidad de saber escribir un guión para un buen filme, pero sobre todo hay que saber leer el guión, el filme y la mirada requerida para leer a las industrias culturales, como el cine, y a través de ellas, es la mirada social, la que reconoce los problemas del hombre, la que los lleva de la marginalidad al centro de las miradas de los espectadores.
¿Qué pasa cuando se habita en mundos que en apariencia podrían ser muy parecidos, como puede ser una comunidad en la Selva de Chiapas y una Amish(9) en Lancaster, Pennsylvania, ambas no tienen los recursos tecnológicos como los que se pueden tener en la Cd. de México o Nueva York: no utilizan automóviles; se trabaja la tierra rudimentariamente, muchas de las actividades productivas se llevan a cabo a partir de la solidaridad con los compañeros. Ambas formas de vida solicitan a quienes habitan en otros espacios reconocimiento, que entiendan que no hay una sola lógica para habitar los espacios.
Sin embargo esa posición alterna y discorde a lo que el poder mundial, representado por los Estados Unidos, dicta conduce a posiciones radicales que llevan a esos mundos de vida a cerrarse y a ser incapaces de negociar, como sucede con los espacios Amish.
En un nivel intermedio entre las grandes urbes civilizadas y los grandes reductos de culturas diferentes se encuentran los guettos. Comunidades que viven al margen de lo local - propio versus lo global, así surgen espacios como los de los maoríes a las orillas de Nueva Zelanda(10)
Esta tensión entre lo local – global, entre lo propio y lo mundial, es básica en las películas analizadas(11), puesto que lo que se vive en el cine a través de ellas, no es más que la consecuencia de que los seres humanos no sepan cómo separarse de su tierra y sus raíces, de la colectividad, para emprender un viaje por la propia identidad, han creído que ser individual está peleado con el ser colectivo. La respuesta es que algunos, han optado por vivir al margen, otros se han integrado a la relación individuo VS coletivo y, ¿los de en medio?(12)
Por qué hay algo en común entre el film Somos guerreros, que plantea los problemas que aquejan a las familias de origen maorí habitantes de las orillas de Nueva Zelanda, con El Piano de Jane Campion en el que se retrata la pugna entre el discurso masculino dominante y el silencio contestario de una mujer en el marco del siglo XIX, con Zoot suit que presenta al mundo pachuco como un reducto a través del cual los hijos de los migrantes mexicanos, nacidos en E.U.A., respiran. La razón que los une es que hablan de y desde la marginalidad, son una lanza hacia el presente – futuro en donde el espectador se posiciona frente a los conflictos entre las raíces que arraigan a los individuos a historias locales y el poder, a través de la fuerza.
El transcurso del tiempo no ha servido para que la sociedad mundial reconozca sus actos. La prensa sigue siendo entendida por sus dueños como lo hacía el ciudadano Kane en la década de los 40’s; los cholos son ahora los pachucos, adaptados a la modernidad del siglo XXI; la represión de la mujer a través de la familia sigue siendo una forma de sobrevivencia, los seres humanos siguen sin reconocer la necesidad de lo diverso y se dedican a perseguirse entre sí como si el efecto de la droga escalera, utilizada en la guerra de Vietnam por los “gringos”, siguiera surtiendo efecto.
Para la realizadora neocelandesa, Niki Caro, el cine de Hollywood, atravesado por la necesidad de ganar dinero, se ha olvidado de que la gente siente cosas y hace creer al público de la no necesidad de ello, sin embargo a través de películas como El turista accidental el espectador se puede dar cuenta de que el vivir negándose a sentir y a cambiar no es una forma de alcanzar el equilibrio, lo que le da sentido a la vida del ser humano no es aparentar control y estabilidad frente a los demás, sino ser capaz de reconocer que se necesita del otro.
En el opuesto a los que viven sin sentir, están los que necesitan de la violencia para saber que existen, que son aún cuando le cueste la vida a alguien como ellos. Bajo el escenario de los conflictos armados en Vietnam, en el Golfo Pérsico, en Afganistán e Irak, el ser humano se presenta como un ser que sólo sabe ejercer el poder a través de la fuerza, ¿en dónde se encuentra la sociedad del conocimiento?
Antes de la lluvia, puede explicar los conflictos entre macedonios y albaneses, entre chechenos y rusos, entre vascos y españoles, entre evangélicos y cristianos en la zona de conflicto en Chiapas, porque en todos estas luchas se sabe que hay que tomar partido, que no se puede dejar de sentir como el protagonista de El Turista accidental, en este mundo no se puede ser tibio e indiferente, quien no corre el riesgo finalmente se encuentra frente a la muerte, frente a la no – vida. Es lo único que se puede hacer contra ese tiempo de exterminio que no deja estar presente, que no se termina por cerrar.
Sin embargo, hay quienes prefieren sufrir las cosas, no son capaces de comprometerse, de romper el silencio como lo hiciera Ada en El piano y se muestran como Kiril en Antes de la lluvia, quien ante la incapacidad de actuar y decidir encuentra el fin de la vida. Algunos se preguntarán: si de cualquier modo, tanto el que se compromete, como el que no, encuentran la muerte (así sucedió con Zamira la albanesa musulmana que sabía que estaba enamorada de un enemigo ancestral/ familiar / religioso y su hermano le disparó o con Alexander quien fue asesinado por su propia familia o el mismo Kiril asesinado por el hermano de Zamira, todos en Antes de la lluvia) que sentido tiene debatirse en esa dualidad. La respuesta la tiene cada espectador, el tiempo apremia, el círculo se tiene que cerrar antes de que cause más dolor.
En esta época, en la que la mayor parte de los países del mundo creen consolidar la democracia, ¿qué explicación se le puede dar a la emergencia de la violencia en una sociedad que ve esta forma de gobierno, quizá erróneamente, como un proceso de pacificación?
¿Qué pasa cuando las instituciones destinadas a controlar las violencias colectivas, sociales y políticas no es eficiente como lo demostró el sistema americana ante los ataques del 11 de septiembre de 2001 y aún hoy, cuando el ejército norteamericano presenta más bajas en el proceso de “democratización” en Irak que durante la invasión?
Los sistemas de inteligencia y seguridad no pueden hacer nada contra la violencia interiorizada: la que penetra en las cabezas de los individuos hasta enajenarles y despedazarles el cuerpo. A la tendencia de extender las libertades personales responde la ilusión de cerrarse sobre sí mismo como una concha vacía, de inventarse un mundo propio, donde todo está controlado como en El turista accidental, y los sujetos se pierden a sí mismos.
La lucha en estos tiempos es contra la violencia y es evidente que ésta está vinculada con la muerte. En este contexto, adquiere sentido el hecho de que en el momento en el que la sociedad se pregunte sobre sus muertos y por el respeto que se les debe, se estará avanzando en la conservación de la dignidad y de la memoria.
Existen movimientos internacionales, como el zapatista, que precisamente ven como una salida con futuro el retorno al pensamiento y a la forma de vida de los ancestros para conquistar la voluntad de autonomía, que sectores como las mujeres han perdido.
Pocos grupos tienen las posibilidades de elaborar un discurso en contra de la violencia, como los más de 10 millones de indígenas que habitan México: resistieron las bayonetas de la colonización y lucharon, a su manera, contra la evangelización, sobre todo saben que dominar la violencia significa respetar la memoria de los muertos.(13)
En este marco surge la presencia de las mujeres y de su confirmación como seres diferentes, cuya singularidad no se reduce a su oposición frente a los hombres. Si la humanidad entera huye de la violencia y crea comunidades de vida como los pachuchos, como los cholos, como los guerreros motorizados(14), como los Amish, sin un criterio que incluya a las mujeres como entes distintos, entonces se están generando respuestas propias de un mundo masculino. Así es que se pueden explicar posiciones tan opuestas como el machismo y la homosexualidad(15), la sociedad y se sigue aferrando a negar a las mujeres.
Para Teresa de Lauretis el cine realizado desde una perspectiva de género debe reconocer a una mujer marcada por la diferencia y por la diversidad: una mujer múltiple y heterogénea donde su experiencia esté marcada por su raza, clase social, edad, etc. En este contexto destacan las mujeres de Somos Guerreros, en un nivel superior de heterogeneidad al presentado en El Piano, que plasma la mujer burguesa del siglo XIX que aún no es capaz de reconocer la identidad femenina que se construye en el presente siglo: se vive la discriminación no sólo por ser de sexo femenino, sino por ser maorí o tzetzal o encontrar en el climaterio.(16)
Somos Guerreros cuestiona a las feministas en cuanto a cuál debe ser su discurso: la emancipación de la mujer no consiste en que de ahora en adelante ellas se encarguen de poner orden en sus comunidades, si lo hacen se pueden hallar frente un boumerang: “La familia no irá por lo tanto, a ver a Boog y, más provocador que nunca, Jake decide organizar una fiesta en la casa con su banda en el curso de la cual Gracie será violada por su tío. Todo pasa en unas pocas horas: mientras Beth ha creído ganar, poner en orden la comunidad, lo que obtiene es el suicidio de su hija (las cursivas son de la autora de este análisis)” (Mongin, 1999: 83).
Lee Tamahori, director de Somos Guerreros, nos muestra a Beth, como una mujer que ha tenido que olvidar su pasado para liberarse, sin embargo se ha esclavizado a un sujeto sumiso al alcohol y a la fuerza física; una y otra vez la lleva a sus brazos y decide por ella. Algo similar sucede en una de las historias de Antes de la lluvia: “Ana... está dividida entre sus dos amores: Nick, su marido, y Alexander, un fotógrafo de guerra inteligente y atormentado. La violencia que estalle entre ellos en un restaurante y l partida de Alexander a su tierra natal deciden por ella” ( Mongin, 1999: 85).
¿Porque hacer cine de la vida de mujeres ordinarias como lo puede ser Beth o Ada?, porque en el subtexto Tamahori y Jane Campion saben que el mundo necesita de mujeres fuera de lo común que sean capaces de enfrentarse al mundo masculino y esto se logra a través de lo que Virgina Wolf enunció: “La mujer extraordinaria está en función a la mujer ordinaria”.
La unión y la solidaridad se llevan a los extremos en películas como Antes de la lluvia y Testigo en peligro. Ambas plantean el conflicto de la relación cultura – tierra, en el caso de los macedonios y alabaneses, como en el de los palestinos e isrelíes, no entienden que la tierra no puede ser suya si en ella sólo pueden existir ellos mismos, se aferran a ese tiempo que nunca muere y la fuerza que poseen a través de la unión se convierte en una necesidad de dañar al otro. ¿Acaso se tendrá que llegar al extremo de vivir como una comunidad Amish, negando historia del pensamiento humano?, el lograr cerrar ese tiempo inconcluso no tiene que ver con reconocer o no los adelantos tecnológicos o materiales sino con la necesidad de respetar al otro, de dimensionar los orígenes históricos, está relacionado con la capacidad de abrirse ante lo diferente conservando lo que hace único al ser humano.
El cine puede ser capaz de conjuntar ambientes, acciones, personajes ficticios para hacer referencia a realidades que el espectador, inconsciente o conscientemente, se da cuenta que comparte, independientemente de la cultura en la que se encuentre inserto. En este sentido Antes de la lluvia(17) es una metáfora del miedo que provoca el tener que tomar partido en disputas que de antemano se saben causarán la destrucción. A partir de una condición climática en la que las moscas se inquietan cuando la lluvia se avecina, y que lo mismo sucede en Macedonia que en el altiplano de San Luis Potosí, Milco Mancevski (Director de la película) reconstruye una parte de la historia que se vuelve universal puesto que el devenir del hombre es un proceso, que muchas veces, parece no tener cronología. La no linealidad del film habla de una historia que puede repetirse hasta el infinito.
Así como se repiten constantemente los conflictos étnicos a lo largo de la historia de la humanidad, así también la relación hombre – mujer(18) se encierra en los ciclos del odio y del amor. Esta relación se explica a partir de otro binomio: lo público y lo privado desde el machismo. Así para los hombres como Jake, el padre en Somos Guerreros, existen dos espacios: el bar, lugar público en donde no se toleran a las mujeres y la casa en donde se prolonga la fuerza que hay que demostrar en el bar y a la que se acude únicamente para acoplarse al cuerpo femenino o para desfigurarlo y matarlo a golpes físicos y morales. La violencia que Jake muestra en el “hogar familiar” no es más que la expresión de su incapacidad de vivir en un mundo privado, paradójico en el contexto de la globalización y del proceso de individualización, de “privatización” que vive la humanidad.
A la banda natural a la que pertenece Jake no le gusta que se hable a su alrededor, que se cuenten historias, por eso se enfurece cuando Beth le habla de los problemas de sus hijos o maltrata el cuaderno(19) donde Gracie escribe historias de maoríes. Algo similar sucede en el mundo actual dónde los grandes contadores de historias, como la iglesia, han fracasado y prefieren replegarse al silencio de un monasterio para admirar la naturaleza del entorno mientras en las aldeas se suceden imágenes que provocan dolor.
Este planteamiento está presente en la película Antes de la lluvia, en donde Alexander y Zamira al sacrificarse hacen posible la liberación: por una parte de la religión que esconde, hipócritamente, en una comunidad religiosa pacífica las violencias de su entorno, a través de los votos de silencio; por otra parte emancipación de la aldea cuya única ley es la de la sangre y el odio contra las demás tribus.
La sociedad se enfrenta a iglesias que ya no tienen nada qué decir, a Estados nacionales que ya no pueden cerrarse a las fronteras geográficas. Desafortunadamente frente a la caída de los grandes relatos y de los Estados todopoderosos se ha creído que el lenguaje, que la palabra ya no es necesario, que aferrarse a lo local no tiene sentido. Somos Guerreros y Antes de la lluvia le dicen al espectador que esto no es así, que se necesita la palabra, cuando las imágenes no muestran más que la crudeza de la realidad.
En los filmes analizados hay una constante: los personajes huyen de la violencia, creen que con encerrarse en su mundos individuales, olvidándose de los “otros”, creyendo que el amor familiar es una virtud curativa o casi mágica, la erradican de sus relaciones.
El mérito de las expresiones cinematográficas analizadas radica en que recogen las formas alternas, a través de las cuales la sociedad busca construir nuevos escenarios. Esto es lo que une a los maoríes en Nueva Zelanda con los pachucos de California: en el primer contexto surgen los guerreros motorizados, quienes soportan la violencia exteriorizándola por medio de tatuajes y golpes en rituales de iniciación o por el contrario la interiorizan, permitiendo entrar en conflicto consigo mismo y con los demás evitando los choques frontales o mejor aún se disponen a contar historias(20) que permitan hacer más llevadera la vida; en el segundo escenario los pachuchos se apartan de dos países, México y E.U.A., a través de una vestimenta que los distingue, gracias a un lenguaje y a unos balies (jazz, boggie, swing) que les dan sentido de identidad.
Los conflictos interculturales son los detonadores de la violencia que acrecienta con el desempleo, la pobreza y la marginación. Así como en Somos Guerreros, los personajes buscan salidas a la violencia, en el México real: el de los pachucos y cholos, hay también la necesidad de encontrar esas salidas, las cuales nada tienen que ver con las soluciones policiacas(21), ni con las barreras socioeconómicas(22), ni con las intenciones de generar proyectos productivos a partir de las remesas que los migrados envían a sus familiares en México.
En Somos Guerreros, Antes de la lluvia, El Piano y Zoot suit, está latente la necesidad de recuperar el sentido de las palabras y del lenguaje, el cine, entonces, muestra el valor del diálogo para evitar que el salvajismo se extienda a todo aquel rincón en donde habite lo diferente, para no caer en condenar a las mujeres a someterse porque no tienen nada qué decir, para no encontrar sentido en el hecho de que sólo reine el poder de la fuerza en las relaciones sociales.
La alegoría que une a las películas analizadas es que nunca hay que dejar de contar las historias que pasan, por más horribles que sean.(23) En Somos Guerreros fue necesario que una mujer muriera para que Beth se enfrentara a la violencia de los hombres, en El Piano, fue necesario que a Ada su marido le cortara un dedo, en el México actual la muerte de más de 300 mujeres en Cd. Juárez, a penas comienza a remover las estructuras sociales machistas y demagógicas del poder.
Surge una pregunta fundamental: el retorno al origen étnico ¿permite romper con el círculo de las alineaciones, significa que renacerá el paraíso y se retornará a la utopía natural?, es poco probable encontrar una respuesta positiva, sin embargo, la ganancia que se tiene es que en el mundo de los ancestros se reconoce a la violencia y sus desvaríos.(24)
En este reconocimiento del retorno a las raíces como una forma de ser conscientes de la novela se puede reflexionar acerca de la función del cine parafraseando las palabras de Susan Sontag, retratar un infierno no significa que se encuentre la forma de liberar a la gente de él, pero es importante que lo reconozcamos porque nos ayuda saber del sufrimiento que el ser humano se provoca a sí mismo.
Los ejemplos de expresiones cinematográficas analizadas retratan los diferentes infiernos que viven los migrantes, los musulmanes, los amish, los pachucos y sobre todo las mujeres.
La realidad cotidiana de las afganas – de la mujer árabe en general -, de las indígenas de México y de Nueva Zelanda, de las mujeres norteamericanas que viven bajo los influjos del “american way of life” obliga a quienes escriben los guiones cinematográficos, a quienes los realizan, a quienes los actúan, a quienes se les exhibe la película –sean hombres o mujeres-, a pensar en ellas, a pesar en la heterogeneidad que convergen y se suma a la condición de mujer.
Algo que se pone de manifiesto a través de las 11 películas que sirven de pretexto para escribir este texto es que más allá de los conflictos de género y raciales, está la lucha interna en el ser humano: entre esa tendencia a la elaboración del discurso, hacia la violencia o hacia el silencio(25). De lo que sí se puede estar seguro es de que en los movimientos feministas, en las comunidades de cholos, de indígenas de México o de Nueva Zelanda están las claves para entender el desorden en el que se encuentra inserta la humanidad.
Quienes son parte de la creación cinematográfica, del análisis de ésta y de la vida misma deben de combatir y sospechar el juego binario en el que está anclado el mundo occidental: femenino – masculino, naturaleza – cultura, negro – blanco, colonizador – colonizado, albaneses – macedonios, americanos – migrantes, globalifóbico – globalifílico, integrados – apocalípticos y generar espacios de contra cultura que permitan tener la esperanza de que el mundo puede ser de muchas maneras.
(1) Rosebud = capullito de rosa. Hearst, llamaba con esa palabra al clítoris de su esposa.
(2) El sueño americano, como sistema de representación, conlleva la aparición de un discurso que lo deconstruye, como puede ser el discurso de los pachucos o el de los cholos.
(3) Dirigida por Luis Valdez a principios de la década de los ochentas.
(4) “Los pachucos son bandas de jóvenes, generalmente de origen mexicano, que viven en las ciudades del sur y se singularizan, tanto por su vestimenta como por la conducta y el lenguaje. Rebeldes instintivos, contra ellos se ha cebado más de una vez el racismo norteamericano. Pero los pachucos no reivindican su raza ni la nacionalidad de sus antepasados... El pachuco no quiere volver a su origen mexicano; tampoco -al menos en apariencia- desea fundirse a la vida norteamericana. Todo en él es impulso que se niega a sí mismo, nudo de contradicciones, enigma. Y el primer enigma es su nombre mismo: pachuco, vocablo de incierta filiación, que dice nada y dice todo... Queramos o no, estos seres son mexicanos, uno de los extremos a los que puede llegar un mexicano...” (Octavio Paz, El laberinto de la soledad”)
(5) Lo mismo sucedió en los cuarentas cuando se persiguió a los pachucos, con el pretexto de un asesinato en la reserva californiana de Sleepy Lagoon, pues temían que su imagen de héroes de la guerra que comenzaba su apogeo se apagara ante una noticia provocada por los pachucos.
(6) “Tras la firma por el presidente George Bush de una orden ejecutiva de “naturalización expedita”, el tres de julio del año pasado (2001) más de 5 mil 300 extranjeros se registraron en dichas fuerzas y obtuvieron la nacionalidad estadounidense”.
Precisamente en California, en donde en 1942 inició la persecución de los pachucos, los familiares de los soldados latinos, muertos durante la invasión a Irak recibirán, en representaciones de los soldados caídos, una nueva forma de nacionalidad estadounidense, se trata de la nacionalización postmortem... tiene un valor material para los hijos que se quedan sin padres, ya que le permite el acceso a la educación superior y a los servicios de salud” (Masiosare 273, 2003: 4)
(7) Alegoría: Desde la retórica, es una metáfora continuada. El requisito es que su sentido literal y el figurado no se mezclen de modo incompatible.
(8) “Mi nombre es Esther, pero eso no importa ahora. Soy zapatista, pero eso tampoco importa en este momento. Soy indígena y soy mujer, y eso es lo único que importa ahora”. (Fragmento del discurso de la Comandanta Esther, el 28 de marzo de 2001 en la Cámara de Diputados).
(9) Amish: Secta anabautista. Uno de los grupos más radicales en cuanto a la disciplina y a la vida en comunidad. Los Amish emigraron a América, especialmente a Lancaster, Pensilvania, entre los años 1720 y 1740. Insisten en la separación del mundo y en conservar el mismo estilo de vestimenta de la época en que se fundó el movimiento. Se resisten a aceptar los adelantos modernos.
(10) Nueva Zelanda es una de las últimas áreas en ser ocupadas por el ser humano. Sus habitantes llegaron a las costas en el siglo 800 de nuestra era, provenientes de la Polinesia oriental. Los primeros europeos llegaron en el S. XVII; a partir del S. XVIII se incrementa la población blanca. Los habitantes originarios de la región comenzaron a llamarse “maori”, que en su idioma significaba “normal”, con el fin de distinguirse de los europeos.
(11) Para muestra basta con analizar el conflicto tan profundo y absurdo entre macedonios y albaneses planteado en Antes de la lluvia, película en la que la mayoría de los personajes que mueren son asesinados por miembros de su propia nacionalidad: Aleksander por sus primos y Zamira por su hermano; entonces ¿qué sentido tiene aferrarse a destruir al “diferente” si en algún momento se exterminará al propio, al semejante?, ¿qué sentido tiene pelear por una tierra que no les pertenece porque no son capaces de aceptar que en ella vivan otros?, ¿acaso albaneses, macedonios e israelíes no se dan cuenta de que aún cuando luchan por “conservar” la tierra, están en las mismas condiciones que los maoríes o que los indígenas de Chiapas: marginados?, lo malo es que ellos se marginan así mismos y en ello se les va la vida.
(12) En el caso de las películas: Somos Guerreros y Antes de la Lluvia se plantea claramente esta problemática: en la primera el ritmo de la vida urbana se opone al de las familias maoríes que viven en los guettos que rodean la ciudad; en la segunda, la natal Macedonia del fotógrafo Alexander, es un lugar a donde no se puede huir del horror causado por los crímenes de la guerra.
(13) Hay que tener cuidado y no caer en un angelismo indigenista, para ello remítase a la nota al pie de página no. 11.
(14) Así como los guerreros motorizados de Somos Guerreros tienen que iniciarse aguantando los golpes de sus compañeros, los cholos de Cd. Juárez: “Para ingresar a la banda deben de cumplir con un ritual iniciático: participar en un combate con otra banda con cuchillos, cadenas o armas de fuego” (Masiosare, no. 223: 7), además se puede encontrar en la comunidad de los cholos el sentido pertenencia que existe entre albaneses o macedonios representados en Antes de la lluvia: “El compromiso con la banda es de por vida, si alguno decide dejar la banda o unirse a otra, es asesinado por sus propios compañeros” (p. 7), como Alexander a quien sus propios primos lo asesinan por dejar escapar a una albanesa.
(15) Oliver Mongin, hace referencia a esta situación en la película Somos Guerreros: “La violencia sigue siendo, entonces, masculina, y los niños encuentran soluciones propias de un mundo esencialmente masculino. Como en la banda paterna, los nuevos guerreros, que tienen tendencia a la homosexualidad, vuelven a formar un grupo masculino” (p. 80).
(16) Desde una posición que intente leer el cine desde el punto de vista feminista las películas analizadas pueden dividirse en tres bloques:
1. Películas que fueron pensadas desde una perspectiva de género: Thelma and Louise, Testigo en Peligro, Witness, El Piano, Somos Guerreros y Kandahar.
2. Trabajos que muestran temas que hablan de otras formas de discriminación: Antes de la lluvia.
3. Películas que se encuadran en un punto de vista masculino (machista) o que mejor dicho, no cuestionan centralmente el problema de la discriminación de la mujer: Ciudadano Kane, El Turista Accidental, Nueve Reinas, Zoot Suit, La escalera de Jacob. Esto es entendible, pues a medida que los estereotipos sociales han venido cambiando estos se reflejan en el cine.
(17) “Este filme... deja entender que se puede morir por cerrar los ojos, creyendo que las palabras son inútiles, que es posible olvidar las imágenes de Bosnia, las de un crimen que capta impúdicamente el fotógrafo, y reencontrar la belleza de la naturaleza y los silencios de la religión... Uno no se pede sustraer al lenguaje. Es ésta una lección del cine, pero también una lección para el cine, esa máquina de producir y devorar imágenes, bellas u horribles” (Mongin, 1999: 89).
(18) El planteamiento de la relación hombre – mujer lleva a cuestionar acerca de lo que es ser mujer. En el cine de los treintas, cuarentas y cincuentas ser mujer era: “Lo que no es el hombre”, naturaleza, madre, sede de la sexualidad y del deseo masculino, signo y objeto de intercambio entre los hombres. Sin embargo esta forma de concebir a la mujer ya no está presente en películas como El Piano o Somos guerreros, algo ha pasado en la mirada de los cineastas que reconocer en la mujer la necesidad de placer, la necesidad de contar historias.
(19) La liberación de las mujeres en Somos Guerreros no se conseguiría accediendo al lenguaje y contando historias que fueran escuchadas, es necesaria una emancipación en las condiciones materiales de su existencia.
(20) El que Gracie, una mujer, ocupe el papel de contadora de historias es importante porque con ello se derriba una gran mentira: la idea de inferioridad de la mujer frente al hombre – violencia.
(21) Fronteras inteligentes
(22) Como el Plan Puebla - Panamá
(23) “... tanto en cine como en literatura la belleza es siempre estratégica” (Oubiña y Aguilar, 1997: 177).
(24) En este contexto destacan dos ejemplos: por una parte el de los Amish que luchan por una idea pacifista cerrándose al mundo que los arremete; por otra parte están los indígenas chiapanecos quienes reconocen que ese volcarse a lo que se fue implica reconocer ciertos problemas: “Quiero explicarles la situación de la mujer indígena que vivimos en nuestras comunidades, hoy que según esto está garantizado en la Constitución el respeto a la mujer. Desde muy pequeña empezamos a trabajar cosas sencillas. Ya grande sale a trabajar en el campo, a sembrar, limpiar y cargar su niño... También sufrimos el desprecio y la marginación desde que nacemos porque no nos cuidan bien. Como somos niñas piensan que nosotros no valemos, no sabemos pensar, ni trabajar, cómo vivir nuestra vida (...) Ya cuando estamos un poco grande nuestros padres nos obligan a casar a la fuerza, no importa sino queremos, no nos toman consentimiento...” (Fragmento del discurso de la Comandanta Esther, el 28 de marzo de 2001 en la Cámara de Diputados).
(25) En La escalera de Jacob estos tres elementos se sintetizan en la persona de Jacob Singer: el filósofo, el soldado y el cartero.
BIBLIOGRAFÍA:
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• http://menonitas.net/menonitas/FAQ.asp?F_ID=3 . ¿Cuál es la diferencia entre Menonitas y Amish?
• :www.finelinefeatures.com/. Una entrevista con Lee Tamahori el director de “Somos guerreros”
• http://www.cem.itesm.mx/dacs/publicaciones/logos/anteriores/n13/cine13.html, El tiempo nunca muere, de Abraham Quintana
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• http://usuarios.lycos.es/Avantii/Turista.htm. El turista accidental.
• http://www.cine.ciberanika.com/arti68.htm. Zoot suit, de Luis Valdez, de Graciela Gómez
• http://www.pbs.org/wgbh/amex/zoot/esp_sfeature/sf_zoot.html. La Cultura "Zoot Suit"
María Dolores Morín Lara
Acabo de concluir el 7o. semestre de lalicenciatura en Ciencias de la Comunicación.
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