Sociedad
Educación Sexual en Latinoamérica - 01/10/2002
¿Debería existir la educación sexual en nuestro continente?
En estas páginas voy a explicar los beneficios de la educación sexual, argumentando a favor de la educación en valores que necesitan nuestras sociedades para cambiar y no seguir cumpliendo los mandatos tradicionales que fueron inculcados por las tradiciones, especialmente por la religión.
La situación en Latinoamérica
Para comenzar quiero decir que en nuestras sociedades ocurren miles de embarazos no deseados en adolescentes, los cuales la gran mayoría terminan en abortos. Que cada vez más personas contraen el S.I.D.A y otro tipo de enfermedades de transmisión sexual (Sífilis, Gonorrea, herpes, etc.). Que vivimos en una sociedad machista, heterocentrada y regida bajo una educación judeocristiana, que lo único que hace es no dejar vivir una sexualidad plena y responsable. Una educación llena de prejuicios y estereotipos; una sociedad que discrimina a todo lo que es diferente, pensando que lo único válido es lo propio.
Pensar para el cambio
Nos tendríamos que preguntar: ¿Queremos seguir viendo adolescentes embarazadas que son echadas de sus hogares por padres represores? ¿Queremos seguir viendo noticias sobre abortos mal hechos, que terminan con la muerte de la mujer embarazada? ¿Queremos seguir escuchando "argumentos'' por parte de la Iglesia Católica sobre la no-utilización del preservativo? Argumentos que fueron dictados por Dios y que no permiten vivir una sexualidad plena y responsable.
Creo que es hora de ponerse a pensar un poco sobre nuestra cultura, y especialmente sobre la educación en valores que tenemos y que seguimos transmitiendo a las nuevas generaciones. Tenemos que apostar a una educación sexual formal, en las escuelas y colegios de todo el continente; y además una correcta educación de valores que parta desde el hogar, que parta desde la familia y de los amigos y que continúe con los medios de comunicación y las leyes. Otra opción que tenemos (la más fácil) es quedarnos en el lugar donde estamos y seguir cumpliendo los mandatos que nos imponen las religiones y otros tipos que creencias. "Los argumentos dictados por la emoción pueden representar un obstáculo para lograr evaluar los efectos positivos de la educación sexual". O sea que para tratar de entender los beneficios de una buena educación sexual tenemos que dejar las emociones de lado, especialmente aquellas personas con creencias religiosas.
Definición de educación sexual
Para que quede más claro cual es mi definición sobre educación sexual voy a citar las palabras del equipo multidisciplinario del instituto nacional de educación sexual de Santo Domingo: "La educación sexual es la parte de la educación general que incorpora los conocimientos bio-psico-sociales de la sexualidad, como parte de la formación integral de la persona. Su objetivo básico es lograr la identificación e integración sexual del individuo y capacitarlo para que cree sus propios valores y actitudes que le permitan realizarse y vivir su sexualidad de una manera sana y positiva, consciente y responsable dentro de su cultura, su época y su sociedad".
La ausencia de argumentos de la Iglesia Católica Buscando información sobre la educación sexual en Internet, me encontré con posturas muy radicales que tiene la Iglesia Católica respecto a este tema. Encontré dos ideas que reflejan claramente las ideas erróneas que tienen estas personas; y claro, si piensan de esta manera, va a ser difícil aceptar la educación sexual. Una de ellas dice: "Para las organizaciones antivida, enseñar educación sexual significa darle a la juventud una información sexual explícita y desprovista de valores morales, con un leguaje y una metodología que no respetan la modestia natural de los niños ni la autoridad de sus padres".
La otra dice: "La obsesión de las escuelas publicas y parroquiales con los aspectos físico y biológico del sexo ha sido un fracaso colosal, pues ha tenido por resultado un aumento de las enfermedades venéreas, embarazos fuera del matrimonio, abortos, familias sin padre, y pecados de índole sexual de todo tipo". Pensando en la primera: tengo que aclarar que la educación sexual, como ya lo definí antes, no esta libre de valores morales sino todo lo contrario: se apuesta a la educación en valores. Se nota que es una postura totalmente opuesta, una postura que no se basa en sólidos argumentos, es decir: no tienen ningún argumento suficientemente estable para defender sus ideas; entonces la forma que tienen para opinar sobre el tema es descalificando a la educación sexual con falacias muy claras.
Si dudamos de lo que digo lean otra vez la segunda idea, ahí se enuncian todos los errores que se cometería si se implementara la educación sexual. Ese "aumento" es falso; todo lo contrario, cuando existe una buena educación sexual se previene de las enfermedades de transmisión sexual, se previenen los embarazos no deseados y se previenen los abortos. A continuación voy a definir una "buena educación sexual", enumerando sus objetivos.
Los objetivos de la educación sexual
Valorar y entender la sexualidad como una cosa propia que podemos compartir libremente, que tiene implicaciones sociales y, a su vez que puede estar relacionada con la reproducción.
Tomar conciencia del carácter cultural de la sexualidad, y de la diversidad de enfoques que se dan, según las épocas, los lugares, las religiones, las ideologías, etc.
Tener un conocimiento de la anatomía y la fisiología de los aparatos genitales femenino y masculino, y relacionarlo con la conducta sexual y sus consecuencias (embarazo, enfermedades, felicidad, placer...).
Comprender el hecho de la pubertad: Cambios físicos (caracteres sexuales secundarios) y cambios psicológicos. Captando la diversidad de ritmos de desarrollo para cada persona.
Identificar y diferenciar los términos de uso cotidiano referentes a la sexualidad y la reproducción, y saber cuales son los términos utilizados en el lenguaje divulgativo y científico.
Conocer y evaluar moralmente las diferentes posibilidades que la ciencia y las técnicas médicas que se ponen a nuestra disposición a fin de intervenir en la reproducción: Reproducción asistida, contracepción e interrupción del embarazo.
Conocer las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes, tomando conciencia de la necesidad de evitar las conductas de riesgo.
Conocer la legislación vigente relacionada con la sexualidad (abortos, etc.).
Darse cuenta de la influencia de los medios de comunicación, la publicidad y el entorno social sobre la conducta sexual de las personas.
Promover la autoestima, proporcionando elementos para apreciar y respetar el propio cuerpo y el del otro, y entender y respetar las diferencias de aspecto físico entre las personas.
Aprender a valorar otras cualidades en las personas, y no únicamente su aspecto físico.
Conseguir expresar, argumentar, fundamentar y defender opiniones, sobre cualquier aspecto referido a la sexualidad y la reproducción con una actitud tolerante hacia las otras personas y sus puntos de vista.
¿Debería existir la educación sexual en nuestro continente? Sí.
Con las ideas de hemos visto hasta ahora, podemos concluir que es necesaria la educación sexual para que la sociedad no se quede estancada en los "valores morales" tradicionales, que vienen de las distintas religiones. Tenemos que darnos cuenta que hay detrás de los mandatos de la Iglesia. Es un cambio totalmente necesario para el enriquecimiento personal y comunitario de todos los habitantes de Latinoamérica. Es posible que esta educación sexual en las escuelas y colegios no se implemente por problemas de costos; mientras esto siga ocurriendo, tenemos que acordarnos que la educación sexual y la educación en valores comienza por la familia, pero para que la familia eduque correctamente, esta tiene que estar bien educada en valores. Espero que con estas páginas se pueda pensar y reflexionar sobre la educación sexual y observar la influencia de su ausencia que tiene para toda la sociedad. Apuesto al cambio, y espero que dentro de algunas generaciones, esta educación esté presente en todos los ámbitos de nuestras sociedades.
Federico Montero
Primer año de licenciatura en Comunicación Social Facultad de Ciencias Humanas Universidad Católica del Uruguay Dámaso Antonio Larrañaga
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