Edición Enero 2004

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Desde las aulas
Crónica de una huelga anunciada - 14/11/2002

El pasado 11 de agosto, la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) declaró en su consejo federal una huelga general Universitaria por tiempo indeterminado. De esta manera, la FEUU redactó una plataforma reivindicativa conteniendo puntos tales como los referentes al rechazo manifiesto contra la rendición de cuentas que más tarde se aprobaría en el Parlamento. No podemos olvidar que dicha ley fue creada por el Poder Ejecutivo con el fin de quitarle un 28% del presupuesto actual para la Universidad.

Muchas imágenes han quedado grabadas en mi mente sobre esta huelga pasada.
Estudiantes agrupados marchando desde los diferentes centros de estudio hacia el parlamento nacional, pancartas con reclamos justos para la educación pública, cánticos, aplausos de acompañamiento, colores, ganas de un país mejor...
El centro de estudiantes de cada facultad llevó a cabo diversas actividades extracurriculares con temáticas enmarcadas en el conflicto. Ciencias de la Comunicación organizó diferentes talleres: audiovisuales, proyección de películas, exposición de trabajos comunitarios y un foro con periodistas nacionales invitados como Blixen y Olesker.

Si bien la concurrencia a estas actividades no fue numerosa se consideró muy positiva la experiencia ya que las personas que participaron lo hicieron con mucho interés y entusiasmo. En el marco de estas actividades, la escuela universitaria de Bellas Artes con el apoyo del gremio de profesores universitarios, materializaron una barca gigante delante del predio de la Universidad, bajo la consigna: “Diluvio nacional: ¿qué rescatarías para llevar en la barca?. Por un Uruguay para quedarse.”

Aquella monstruosa barca rompía los ojos de cualquiera que pasara por la avenida 18 de julio en pleno centro montevideano. Todas estas reivindicaciones formaron parte de un clima social muy particular ya que otros gremios de obreros y estudiantes de secundaria, se mostraron hostiles para con la política económica del gobierno.

La madrugada del lunes 23 de setiembre fue decisiva. La FEUU decidió levantar la huelga universitaria pero continuar en conflicto, ya que la rendición de cuentas había sido votada en el Parlamento.

En la mañana del 30 de setiembre las facultades abrieron sus puertas para retomar sus actividades curriculares. A partir de ese momento, los estudiantes nos veremos enfrentados a nuevos calendarios que se extenderán hacia el verano, consecuencia poco agradable pero inevitable en el aspecto formal.

Como dice nuestro compatriota Eduardo Galeano en su libro: “Patas Arriba”: “Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible: la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla...”