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El hipertexto o hipermedia permite el salto de una modalidad comunicativa a otra; de la composición o recomposición de un documento podemos pasar al envío de un e-mail, a la participación en un chat de amigos a la intervención en un foro especializado, a la conversación telefónica con el esquema de voz IP o al envío de programas (ftp.
Se puede también intercambiar música a través de las tecnologías MP3/Napster, Gnutella o Freenet, tal como lo hacen muchos jóvenes en el mundo. El usuaio puede elegir prácticas no estrictamente comunicativas; realizar cálculos, programar, crear o consultar bases de datos.
La intertextualidad es en este caso "intercomunicabilidad" o "interpracticidad".
Además del pase de una práctica a otra pueden desarrollarse simultáneamente, por ejemplo la escritura de un documento y la escucha de una melodía en una emisora de la ragio Web.
Los neologismos que propone el autor dan cuenta de un fenómeno discursivo que se emparente con la anediluviana intertextualidad pero que simltáneamente se distingue de ella. No solamente se puede pasar de una lectura-escritura profunda a la escucha de música de Madonna, sino que este sistema nos permite el cambio a prácticas sociales no orgodoxamente comunicativas como, por ejemplo el juego solitario. La utilización de internet a través de la telefonía míl nos muetra otros casos ilustrativos. Con la creación de diversos dispositiviso de entrad y salida, el fututo cercano nos depara mayor intercambio de prácticas. En el futuro más lejano la realidad virtual ofrece un mundo de posibilidades y de sugestivos enigmas.
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